fbpx

10 Comments

  1. Miriam Cervino
    8 enero, 2020 @ 10:18 am

    Pues sí, Jesús, por todos lados te machacan con la utilidad de las cosas que hacemos, sobre todo las que tienen que ver con el arte, la filosofía, las disciplinas que nos hacen reflexionar y hacernos preguntas o símplemente a disfrutar y alimentar una parte menos racional de nuestro ser. Pero siguo regalando cuentos, libros y arte a mis amigos y amigas, y muchas veces a sus hijos e hijas porque yo disfruté de ellos a su edad y sigo haciéndolo todavía. No porque me enseñen a comportarme de una determinada manera sino porque me enseñar a vivir, a sentirme humana, a mirar y entender el arte más profundamente, lo que aumenta el deleite.

    Reply

    • Jesús Ge
      8 enero, 2020 @ 11:19 am

      El Arte es educativo desde el punto de vista estético, colaborando a nuestra alfabetización visual y estética. La belleza de los montajes teatrales, su poética debería ser suficiente para que queramos ir a verlo y llevar a nuestros pequeños. Es la clave desde la que se deberían programar este tipo de trabajos.

      Reply

  2. Wilfer
    10 enero, 2020 @ 2:05 am

    El teatro como las demás artes, lejos de rotular sus discursos, no pretende enseñar, ni corregir, solo abre un espacio honesto de expresion y reflexión en las distintas épocas de la humanidad.

    Reply

    • Jesús Ge
      11 enero, 2020 @ 12:34 pm

      Estoy de acuerdo Wilfer. Pero últimamente nos encontramos con algunas compañías de teatro infantil que no tienen esto tan claro. Y también los programadores insisten en la importancia didáctica, fundamentalmente presionados por los docentes que han de llevar a sus alumnos. Parece una pescadilla que se muerde la cola.

      Reply

  3. Delmy
    17 junio, 2020 @ 2:35 am

    Estoy de acuerdo contigo Jesús, hemos creído por décadas que todo lo que hacemos para la infancia debe tener ese aspecto aleccionador y moralista, que debe machacarse en todo momento el mensaje, llegando a distorsionar incluso las obras de escritores, que quizás no estarían de acuerdo con esas adaptaciones “didácticas”.
    La estética se aprecia, la belleza se goza.

    Reply

    • Jesús Ge
      17 junio, 2020 @ 7:27 am

      Gracias Delmy por tu reflexión. Esa frase final es tan cierta y tan hermosa.
      Aunque bien es cierto que el propio disfrute de algunas grandes obras ya es de por sí educativo, mostrándonos la dureza y la crudeza de las pasiones humanas o la belleza de sus actos. Aprehender lo bello ya es un aprendizaje en sí.

      Reply

  4. Noemi
    18 junio, 2020 @ 9:35 am

    Está claro que no todo debe ser didáctico, y que se debe disfrutar del cine, el teatro, la literatura, la música… Como una expresión de cultura, sin fijarse tanto si es efucativo en valores o no. Pero tampoco hay que crucificar las obras educativas. Yo he ido con mi peque a ver muchos músicales y obras de teatro que aunque tenían un fondo educativo, eran muy amenos y divertidos, y que saliese de ellos queriendo repetir.
    No está reñido el transmitir un valor con la diversión.
    Si estoy de acuerdo en que la cultura no tenga que transmitir siempre unos valores, o ideas porque la cultura en sí misma ya es una enseñanza. Pero hasta los cuentos más clásicos, esos que ahora están tanal vistos, en su fondo enseñan algo.
    Se ha llevado a la exageración hoy en día, que todo lo relacionado con el mundo infantil tiene que servir para algo, y ese es el problema real. Libros para los celos, para que deje el pañal… Y se pierde el placer de leer por leer. Igual pasa con las canciones, el teatro, el circo… En esta sociedad tan práctica todo ha de servir para algo, y se ha llevado a la exageración.

    Reply

    • Jesús Ge
      18 junio, 2020 @ 10:28 am

      Hola Noemi,
      sí, claro. El propio hecho de ir con tu hijo/a al teatro ya es educativo. Le estás enseñando que hay otras vías de expresión más allá que los videojuegos o la publicidad.
      Creo que coincidimos en la necesidad de mostrar la cultura por su propio disfrute.

      Reply

  5. Marisol Santana Suetta
    24 noviembre, 2020 @ 11:23 am

    Me encantó el artículo. Soy mamá que educa en casa y estoy 100% de acuerdo con tus palabras. Pretendemos enseñar a los niños y las niñas, volvernos coachs, ahora que está tan de moda que te digan cómo vivir, y basamos el aprendizaje en herramientas directivas y carentes de todo pensamiento crítico. Y sí, la literatura infantil es otra alfombra que pretende ocultar el polvo social.

    Reply

    • Jesús Ge
      24 noviembre, 2020 @ 11:56 am

      Hola Marisol. Gracias por tu comentario. Sí, desgraciadamente hemos confundido la educación con una fábrica de producir. Y a veces nos olvidamos del propio placer de la experiencia, del jugar por jugar, de la riqueza inherente al aburrimiento o perdernos sin dirección aparente.
      Y en el teatro, parece que queremos que todo lo que va dirigido a los pequeños tenga ese objetivo. En fin, está bien que nos demos cuenta y modifiquemos en la medida de lo posible.

      Reply

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.